miércoles, 4 de julio de 2012

Fiebre... aliada no enemiga

¿Qué es la fiebre?

      La temperatura normal del cuerpo varía algo de unas personas a otras. También a lo largo del día, de modo que al final de la tarde suele ser más alta. Como norma general se considera que un niño tiene fiebre cuando la temperatura es mayor de 38,5 ºC (si se toma en la axila se suman 0,5 si es en recto es exacta, al igual que a nivel de oido y en boca se resta 0,5).

¿Por qué se produce?

      La fiebre es una reacción normal del cuerpo, generalmente provocada por una infección causada por virus o bacterias. Debe entenderse como una respuesta del cuerpo para combatir la infección y activar las defensas del organismo. La fiebre es un aliado ¿no a la fobia a la fiebre.


¿Cómo sé si mi hijo tiene fiebre?

      En primer lugar, por la sensación de temperatura elevada al tocar al niño. Otros signos que pueden ayudar a detectar la fiebre son el enrojecimiento de las mejillas, cierto brillo en los ojos, una inactividad inusual, sensación de frío y escalofríos, taquicardia y aumento de la frecuencia de la respiración e incluso el exagerado descenso de los testículos dentro del escroto, en los varones.

      Si piensa que su hijo puede tener fiebre, lo mejor es comprobarlo con un termómetro. Da igual de qué tipo sea. Lo que importa es saber cómo se usa. En menos de la mitad de los casos de sospecha de fiebre, realmente la tendrá.

¿Cómo se trata?

      Por lo dicho al principio, lo primero será plantearnos si hemos de tratar la fiebre. Lo que debemos tratar es el malestar que pueda producir y no tanto la fiebre en sí. Es decir, tratar al niño y no al termómetro. Lo más importante no es la fiebre sino el estado general (“la pinta”) del niño. Si juega y está contento es una señal de que se encuentra bien, aunque tenga fiebre, y no debe preocuparle demasiado, ni necesita ningún tratamiento.
       Si el niño está molesto, para aliviarle puede:
  1. Quitarle algo de ropa puede ayudar, pero no le desabrigue si dice que siente frío.
  2. Bañarle con agua templada, pero nunca fría. Lo ideal es que el niño permanezca tranquilo unos minutos (30 a 45 min). Como es normal, vigilado por una persona mayor. No debe usar las compresas con alcohol.
  3. Si el niño está incómodo, puede darle algún medicamento para bajar la fiebre y sobre todo aliviarle, que es el objetivo principal. Los más empleados son el Acetaminofen (seguro en caso de Dengue y  Mononucleosis) y Diclofenac Potasico. Si el niño es pequeño, usar en gotas o jarabe. Si es Jarabe (120mg en 5 cc) es la mitad del peso del niño, si es gotas, 2 gotas por kilo. Atienda más al peso que a la edad.
  4. No es conveniente usar rutinariamente dos antipiretico a la vez o de forma alternativa. Si el niño está contento, juega y no se encuentra mal, no hará falta dar antitérmicos aunque tenga fiebre. Tratando la fiebre no le curamos nada. Sólo intentamos que se encuentre menos molesto.
  5. No hace falta despertar al niño si está dormido para administrarle un antipiretico. Actualmente se desaconseja el uso de ácido acetilsalicílico (Aspirina®) para el tratamiento de la fiebre en niños y adolescentes.
  6. Ofrecerle líquidos con frecuencia para recuperar las pérdidas por el exceso de temperatura y prevenir así la deshidratación.
  7. Los antibióticos no son útiles para tratar la fiebre ni las infecciones por virus que, por otra parte, son la causa más frecuente de fiebre en los niños.

¿Cuándo debo consultar al pediatra?

Es aconsejable consultar al pediatra si:
  • la fiebre dura más de 48-72 horas.
  • la temperatura alcanza los 40 ºC.
  • el niño está muy irritable o adormilado.
  • el niño tiene mal aspecto general o le cuesta respirar.
  • si le aparece una erupción en la piel.
  • si el niño tiene menos de 3 meses de edad, en cualquier caso, deber ser valorado sin demora por un profesional sanitario.
      En definitiva, respecto al momento más adecuado para consultar sobre la fiebre de su hijo a un pediatra, en la mayor parte de los casos el mejor consejero será su propio sentido común.

     Casi siempre, además de la fiebre, el niño tiene otros síntomas que pueden ayudar a saber la causa de la misma, como estornudos, tos, dolor de garganta o de oídos, diarrea o sarpullido.

¿La fiebre de mi hijo se deberá a que le ha salido un diente?

      Es probable, la erupción de un nuevo diente pueda ser la causa de algunas molestias e incluso de una elevación de la temperatura corporal.Otro dato importante es que solo un 10 por ciento de los niños son los que convulsionan con fiebre, y solo les basta tener 38 de temperatura para hacerlo, asi que la fiebre no da convulsión.

besos...

Dra. Laymel Nuñez Sanchez
Pediatra Puericultor
Adolescentologo.
Consejero de Lactancia

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